viernes, 13 de enero de 2012

Mi viejo capote

Rota la noche,roto el encanto,cabizbajo,sin sonrisa,casi muerto en vida,como sonámbulo sin cierto destino,borracho de melancolía,con los sueños perdidos...Regreso de luchar por la vida,batallas sangrientas que sin escudos ni espadas,sin jamelgo ni escolta,luchando con el corazón por delante,con la verdad de una mirada,batiéndome en duelos con la noche.

Dejando atrás los cuerpos sin vida de los sueños que en mi mente llebaba,dejando atrás los caminos de fina plata por los cuales andaba,sufriendo el desamor de mis ilusiones.
Batallas marcadas por la tristeza,enemigos que hieren con las balas del sentimiento,viejas heridas que abiertas quedan,que ni el tiempo cura,que ni el aire mañanero refrescan.

Una guerra inacabada en los retablos del alma,guerras sin bencedor ni perdedor,pero sangrientas lágrimas derrama el silencio de tu ausencia...Dejame llorar en este rincón de la noche,dejame morir como muere el día,despacio,sin norte,sin mas amante que...sin mas amante que mi viejo capote,sin mas cariño que el poder sentir tu viejo percal entre mis manos.

Moriré para resucitar en el recuerdo y ser eterno amante de los vuelos en los que las embestidas de la vida de la mano hemos embarcado tantas y tantas veces...Moriré para resucitar en la eternidad de tus calladas voces.

Mi viejo capote,,mi llanto y mi alma en tu esclavina bordados.

Ricardo Reina

martes, 3 de enero de 2012

De roja franela

Ahora dejare que la noche caiga sobre mi,que el alba me acaricie,con la desnudez de mi alma brindare a la Luna esas cuatro palabras que cada noche le brindaba,citaré nuevamente la naka de unos pitones con mi fiel compañera de roja franela,hoy dejare nuevamente que la noche sea testigo,que las estrellitas del cielo sean juez y berdugo,hoy dejaré mi cuerpo desnudo bajo el manto de la noche.
Y volveré a sentir esa pasión candente que mi corazón hace latir,volveré a jugar con la muerte sin burladeros,de la mano del silencio y con tan solo un hombre de plata,la oscura soledad de la noche.
Sentiré el paso de tu embestida y mis ojos volverán a soñar despiertos,te fundiré en mi cintura,acariciaremos la perfecta sintonía entre pinceladas prohibidas en el tenue lienzo de la vida,será poema callado entre tintas creadas con lágrimas ensangrentadas,será verso callado,será verso de llanto apasionado.
Resurgiré de las funestas cenizas del pasado,de aquel pasado que aprieta mi alma,viviré por un momento todo lo deseado,todo lo amado,volveré a darle vida a mi corazón,ansió con volver a verme en tus ojos reflejado.
Que calle la Luna,que nadie se entere de este secreto a voces,hoy dejaré mi cuerpo nuevamente a merced de la suerte,sin mas capilla que la fría dehesa,sin mas testigo que un cielo semi apagado.

Ricardo Reina