jueves, 12 de abril de 2012

Y sentí que Triana era mía

Crucé tu puente desde Sevilla para verte,al pasar,vi mi reflejo en tu Río,mi reflejo se perdía entre sus orillas,yo me perdí en tus entrañas y sentí que Triana era mía.
Te envidio por saludar cada mañana a la maestranza,por sentir tan de cerca el Río,te envidio por que tus calles pisaron Rafael,José y Juan,por tus orillas pesqueras de sueños,te envidio por la belleza de tus patios,de tu Esperanza,por ser la niña bonita de Sevilla,te envidio por que eres digna de envidiar.Por que al pisar tus calles la retina se llena de imagenes de carreteros en las puertas de los cafés esperando la salida de aquellos toreros que en tus entrañas buscaban la inspiración,de aquellos sueños de niños que desde tu orilla miraban a la Maestranza y soñaban,y reían,y lloraban mientras al toro jugaban,te envidio por ser tan serena,morena y gitana.
Sentí que eras mía,y entre buchitos de fino vino,mis ojos lloraban y mi alma en tus calles derramaba.
Cerré por un instante mis ojos,y pude ver desde el Altozano como tu torero,como tu Juan es inmortal,siempre tan distante,tan torero,tan callado.
Sentí como cada mañana lo saludas,como aun lloras su muerte.
Se palpaba en el aire una tímida caricia que se perdía embrujando Sevilla,que el duende del arte entre tus calles nace,que todo es eterno,un viejo y distinto mundo eres Triana.
Tan corto tu nombre,tan bella dama sevillana,Triana...solo mencionarte enamora el alma,sentirte...es un inolvidable viaje por el tiempo.
Cuando mi cuerpo muera,te regalaré mi alma,la dejaré en tu orilla para que resucite al alba,para que viva junto a ti en armonía.
Barrio sevillano y torero eres Triana,dueña de los sueños de la Maestranza.

Ricardo Reina.